miércoles, 18 de noviembre de 2009

LIBERTAD Y PLENITUD


La mayor gratificación que podemos lograr en la vida, desde cualquier punto de vista que se planteé, es vivir plena y alegremente.

Quienes estudiamos la libertad y queremos vivir libremente, sabemos que la libertad apuesta a que nuestra vida “valga la pena”, que sea una vida plena, alegre, con esa alegría que implica aceptar la vida y la muerte, el placer y el dolor.

¿En qué radica la Plenitud y la Libertad?

Como muchos de ustedes, coincido en pensar que cada cabeza es un mundo, y no solo un mundo, sino un universo en sí mismo. No obstante también considero que hay cosas universales. No todo es relativo. Por ejemplo, si un día está lloviendo, pues está lloviendo y ya. No me cuestiono si llueve o no llueve; ESO ES. Adicional al hecho de que está lloviendo, yo puedo sentir o pensar algo sobre la lluvia. Hay personas que se deprimen o se alegran cuando llueve. En ambos casos (si me deprimo o me alegro) hay un proceso en el cual interviene el filtro de la percepción. Es decir, yo relaciono la lluvia con algo y me provoco un sentimiento o genero un pensamiento al respecto.

Una constante que ha presentado el ser humano a lo largo de la historia ha sido y es, el cuestionarse sobre su existencia y cómo vivir con mayor grado de satisfacción o plenitud ésta. Y ha sido gracias a esta insatisfacción que el hombre ha conseguido avances en muchos campos.

Quizá existan muchas respuestas a esta interrogante fundamental. No obstante una respuesta radica en el hecho de poder comprender lo siguiente: La satisfacción humana es directamente proporcional a la capacidad para SER Libre. Esto es, una persona experimenta mayor plenitud conforme vive con mayor libertad.

¿Cómo se comprende el concepto de Libertad?

Simple. Una persona es libre cuando es sintónica con lo que quiere. Ser sintónico significa ser capaz de escuchar y hacer caso a los legítimos deseos y necesidades de uno.

Cabe mencionarse que hay algunas trampas en esto de ser libre y ser sintónico con lo que uno quiere:

Primera.- existe una gran diferencia entre ser libre y ser estúpido, aunque en ocasiones puede llegar a confundirse. Sin meternos en tantas complicaciones podemos decir que la diferencia radica en que una persona puede actuar estúpidamente si “hace las cosas por hacerlas”, mientras que una persona Libre “hace las cosas por querer hacerlas”.

Segunda.- Saber lo que uno quiere implica autoexploración, autoconocimiento y un grado de autodefinición. Existe diferencia entre los caprichos (antojos superficiales) y el legítimo “yo quiero”…. Tomando en cuenta el primer punto, podemos ver que un capricho no siempre es sintónico con lo que en verdad quiero.

Es el caso del adolescente que se siente reprimido por los padres que le piden regresar temprano de la fiesta. Si él hace caso a su capricho, berreará con tal de que lo dejen hasta más tarde, y en caso negativo, de cualquier forma llegará tarde. Mientras que si hace caso a su libertad, comprenderá que los padres lo aman y se preocupan por él, y encontrará argumentos que hagan sentir seguros de que estará bien y así los logre persuadir.

Cabe mencionarse que sólo YO puedo saber lo que YO quiero, así como por añadidura sólo YO puedo saber lo que NO quiero. No hay forma en que alguien puede saberlo por mí, por más que me conozca.

Esta última frase nos lleva a un segundo concepto consecuencia de la libertad. Ser Libre implica necesariamente SER Responsable. En sí no se puede concebir la Libertad sin la responsabilidad. Es como la 3ª ley de Newton: a toda acción corresponde una reacción igual o en sentido contrario. Y es importante saber que nuestras acciones siempre “tendrán una reacción”. Por ello para ejercer mi libertad es importante entender mi responsabilidad.

¿Cómo se comprende el concepto de Responsabilidad?

Existen 5 aspectos fundamentales a considerar:

1. Como pago o inversión.- es aquello que tengo que saldar cuando verdaderamente quiero ser libre. Por ejemplo: Yo quiero conocer Egipto. Puede que mucha gente me haya platicado, haya ido o incluso sea egipcia y me hayan contado historias fantásticas del lugar. Al final la decisión de ir, es siempre mía. Y para ello tengo que pagar mi Boleto de avión, barco, tren o autobús (en caso de ya estar en África). Y si soy realmente sintónico con lo que quiero, es decir, si quiero con ganas conocer Egipto, pagaré (o invertiré) alegremente en el boleto para realizar el viaje. Aunque de entrada esto presente algunos retos y dificultades en inicio, como no tener dinero, no hablar el idioma, no tener pasaporte, etc.

2. Como elección. Frente a lo que quiero siempre está saber también lo que no quiero. Es decir, ser libre significa decir si y no a la vida, a los caminos, a las alternativas y a las oportunidades. También significa decir sí o no al imprimirle esfuerzo a buscar la vida, los caminos, las alternativas y las oportunidades.

Mucho hemos oído que las oportunidades se dan pocas veces en la vida. Yo creo que esto es cierto, para personas que no quieren aceptar su libertad, que no quieren comprometerse con sus propias decisiones y que no quieren luchar por buscar crear las oportunidades donde en apariencia no las hay.

Sigamos con el mismo ejemplo.- si no tengo dinero suficiente para el transporte, pero estoy convencido de querer ir, quizá me tome un año de trabajo y de ahorrar para conseguir el dinero necesario. Y frente a mi elección, siendo congruente con ella, querré trabajar para tener dinero para el viaje. Claro que hay quien encontrará otras alternativas como irse a la aventura con la mochila al hombro con recursos limitados o quien propondrá al Discovery Channel hacer un documental sobre lo desconocido de las Pirámides.

3. Como renuncia. Este quizá es el concepto menos conocido de la responsabilidad y por lo tanto de la libertad. Tiene tres acepciones: a) Una vez que yo he tomado y llevado acabo una decisión, he renunciado al resto de las alternativas, caminos u opciones. b) Una vez que he tomado y llevado a cabo una decisión, no puedo regresar el tiempo y volver a tomar otro camino.

Veamos algunos ejemplos:

a) Un caso drástico: casarme con la mujer que amo. Si yo elegí casarme y ser fiel, esto significará renunciar a miles de millones de mujeres en el mundo. Tomar un camino significa renunciar a miles de caminos.

Un amigo compro un auto hace poco. Usó hasta el último centavo del dinero que tenía ahorrado para pagarlo. Al poco tiempo se dio cuenta que le gustaba más otro modelo. Desafortunadamente ya no había más dinero en su cuenta.

b) En el caso del viaje a Egipto, cuando tomo el avión con dirección a Egipto y estoy en medio del océano, ya no puedo decidir no haberme subido al avión. Puedo arrepentirme todo lo que quiera y soñar con los hubieras, tan usados por las personas que evaden su responsabilidad. Pero por más que sueñe, no existe una máquina del tiempo que pueda colocarme en el pasado para volver a elegir. Podría en el mejor de los casos bajarme de él, pero sería un poco peligroso para mí y el resto de la tripulación.

En el caso de mi amigo, él posiblemente podría vender su coche nuevo recuperando gran parte de la inversión inicial y comprar el otro auto. Sin embargo nunca podrá recuperar uno de sus recursos invertidos; el tiempo…

Otro ejemplo conocido es comer. Mientras tengo delante de mío una malteada de chocolate con crema batida y chispas de chocolate, puedo decidir tomarla o no; no obstante una vez que lo he tomado, no puedo decidir tenerla frente a mí… bueno, no por lo menos con el mismo aspecto, temperatura y consistencia.

4. Como aceptación. Ser Responsable implica “madurez” o ser capaz de aceptar algunas cosas frente a las decisiones que uno toma. a) Hay cosas que no dependen de mí ni de mi libertad. b) Ponerme una meta no significa siempre que la lograré.

a) Hay cosas que no dependen de mi libertad. Yo puedo elegir ir a Egipto, pero no puedo elegir el clima que habrá cuando llegue. Ejerzo mi libertad en ahorrar dinero, tomar el avión y llegar allí. Pero el clima está fuera de mi capacidad de decisión. Cabe reconocerse que sí puedo elegir mi estado de ánimo frente al frío o el calor que haya cuando llegue. A pesar de que eso no cambiará los 40°C.

También es importante saber que hay cosas de La Historia o de mi historia que no puedo cambiar. Puedo cambiar la forma como decido verlas, pero no puedo cambiar el hecho en sí.

Nuestra libertad frente a lo que no está en nuestras manos cambiar se limita (o expande) a la respuesta que damos frente a lo que pasa o pasó, cómo decidimos verlo. Y nada más. Sin embargo, de forma aparentemente milagrosa, si somos capaces de cambiar nuestra percepción frente a las cosas, pareciera que el mundo cambia en sí. Cuando en realidad lo que estamos haciendo es asumir nuestra propia responsabilidad, ejercer nuestra libertad de percibir el mundo como queremos; y permitirnos vivir el presente con conciencia y libres. Lo importante es que yo puedo decidir mi experiencia de vida,

b) Ponerme una meta no significa que la lograré. Yo puedo querer ser el corredor más rápido del mundo, pero no lo lograré sin entrenamiento adecuado y tiempo de formación física adecuada. Y es posible que aún cuando entrene, si no soy suficientemente disciplinado o no tengo la constitución física, no lo logre.

Es necesario conocerme para definir qué es lo que realmente quiero lograr. Y conocerme no significa sacrificar mis sueños por “ser realista”. Una justificación más de la gente esclava. En verdad hay miles de personas que por “ser realistas” desperdician su talento y su vida, experimentando un sentimiento de frustración por no haber sido lo que “pudieron” ser. Culpan a la suerte, a sus padres, a Dios o al destino de sus fracasos.

Una persona que no es libre preferirá siempre justificarse por no ser feliz, por no lograr tener lo que quiere, por no tener lo que merece, por no vivir como quiere y hasta por llegar tarde a una cita. E incluso encontrará razones convincentes para no soñar… En cambio una persona libre opta por soñar su vida y dar los pasos necesarios para vivir sus sueños.

5. A mayor libertad, mayor responsabilidad. Sin embargo, esta ley no aplica a la inversa. No por “tener más responsabilidades” necesariamente soy mas libre. Mientras que la responsabilidad es consecuencia de la libertad, la libertad no siempre es consecuencia de la responsabilidad.

Si creemos que la responsabilidad nos hará libres, podemos caer en el mal que aqueja a nuestros tiempos, el de llenarnos de actividades. Esta es la razón por la que muchas personas quieren correr más, escalar más alto, llegar más lejos, poseer más cosas o ser más ricos. Todo lo que poseemos nos posee a su vez. Así terminamos siendo esclavos de la agenda, del reloj, de los compromisos y las cosas mismas.

Una casa en la playa podría facilitarme tener a donde llegar los fines de semana o en mis vacaciones. Sin embargo también podría esclavizarme a ni siquiera poder darme vacaciones en los próximos años por tener que conseguir dos trabajos para mantenerla. Quiero resaltar que lo importante no es dejar de desear, sino asumir el paquete completo. Esta es la única forma de tomar una decisión sintónica con lo que realmente quiero.

Los hombres y mujeres contemporáneos experimentamos un enorme grado de insatisfacción. ¿El origen será el miedo a experimentar nuestra propia libertad asumiendo la responsabilidad que consigo trae? ¿No será también que este temor paralizante o cegador es un eficiente mecanismo para impedirnos vivir con intensidad, conciencia y plenitud; es decir, no será que tenemos miedo al éxito en el arte de vivir, de experimentar con intensidad el blanco y negro, así como las tonalidades de la vida, de nuestra propia y auténtica vida?

La verdadera libertad lleva a la plenitud. Nuestra existencia normalmente vivida puede ser más satisfactoria de lo que hoy es –diría Joel Latner- y saberlo es abrumante. Si tan solo pudiéramos comprendernos mejor, conocer mejor nuestra propia libertad y por consecuencia nuestra propia responsabilidad, y asumirnos responsable de ella, considero que mejoraríamos nuestra vida visiblemente. No es que existan fórmulas mágicas que nos lleven a una felicidad idealista, porque en el placer y en el dolor se experimenta la vida. Esta vida que en el mejor de los casos podremos experimentar con pasión y entrega.

Finalmente la vida, es justo ese último suspiro que me permite seguir escribiendo, seguir leyendo y sintiendo estas líneas. Hay quienes sin mucha conciencia posiblemente decidirán suspirar superficialmente; Y habemos quienes con intensidad y conciencia decidamos, en un acto de libertad, suspirar de forma profunda.

viernes, 11 de julio de 2008

Filosofía para una Vida Mejor

¿No estás cansado de no poder saltar al siguiente nivel, de tener que vivir la vida apenas razguñando la felicidad y la plenitud que en verdad sabes que mereces?

En este espacio encontrarás links a sitios en los que poderás encontrar respuestas a cuestiones filosóficas, al igual que pensamientos e ideas que te ayuden a reflexionar y mejorar visiblemente tu vida...

“El hombre se pregunta y con ello afirma su existencia…”


El poder de una pregunta


¿Qué pasaría si tuvieras una computadora mágica a la que pudieras preguntarle cualquier cosa y te la contestara? ¿No sería fantástico y hasta poderoso? Si existiera ¿qué querrías preguntar? ¿No te interesaría saber cómo resolver alguna situación o cómo mejorar ciertas cosas que a su vez te ayuden a vivir más plenamente o tener mejores relaciones con los demás?
Desde que nos levantamos inconsciente o conscientemente comenzamos a preguntarnos cosas. Desde si debemos levantarnos justo en este momento o podemos esperar 5 minutos más en la cama, pasando por si nos bañaremos o no… bueno, algunos sí se lo cuestionan, otros sólo saltan intempestivamente de la cama a la regadera y ya ahí se preguntan si el agua está o no a la temperatura adecuada… y así el resto del día nos preguntamos y respondemos cosas. La calidad de nuestras preguntas y respuestas determinan en gran medida la calidad de nuestra vida.
Desafortunadamente la mayoría de las personas no dirigen lo que pasa en su cabeza y las preguntas que se hacen son descontroladas y hasta caóticas. Yo tengo la fortuna de facilitar procesos de cambio en terapias y me doy cuenta de que uno de los retos más grandes que enfrenta el ser humano es poder organizar y dirigir adecuadamente su “atención o foco” hacia lo que lo podría llevar a un “bienestar mejor” -válganme la expresión-. Es decir, si podemos cambiar el casete (o CD) de las preguntas que nos hacemos a diario, podríamos facilitar que nuestra vida como todo cambie.

Ejercicio: Durante esta semana determina 5 preguntas de cosas que quieras resolver y que con ello tu mejores tu vida. Anótalas y al despertar lelas. Llévalas contigo y repítetelas 2 veces más durante el día. Deja que tu cerebro comience a funcionar en forma automática y evalúa los resultados.
Para saber más de este tema escríbenos a:
jramirez240372@gamil.com
Este mes abordaremos adicionalmente el tema del Sistema Reticular Automatizado. Disfruta las ligas disponibles y vive apasionadamente!!!
 
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